La cosa extraña que soy yo




A mí siempre me pasan cosas raras. En serio. Soy la protagonista de mi propio Stranger Things. Todo empezó cuando un chico del colegio me agregó en Facebook. A los cinco minutos tenía like en todas mis fotos. Yo solo le di like a una publicación que compartió sobre cualquier tema (cambio climático, gatos, gatos en medio del cambio climático) y ya tenía su “Hola” en mi bandeja de entrada.
—Hola
— ¿Cómo vas?
Ahí estábamos, como conocidos de toda la vida. Cinco horas después, seguíamos chateando como locos , tocando todos los temas interesantes de la vida.
—Yo también odio eso. Deberían respetar a los pájaros migrantes en los humedales.
—Totalmente de acuerdo contigo.
Al día siguiente, es decir, hace una semana, nos quedamos de ver en la cafetería en la hora de descanso. Se veía un poco distinto que en las fotos. Me atraía lo nervioso que estaba, porque entendía que era por mí.
—Tú también eres muy distinta a como te ves en las fotos.
—Ah, ¿sí?
—Sí. Eres aún más bonita en la vida real.
Nunca antes me había fijado en él. Ahora lo veía todo: la dentadura fuerte, el pelo cortado al cepillo, rapado a los costados; los ojos verdes, los hombros anchos, los brazos que delataban la práctica de cualquier deporte, de cualquiera. Me atraía de una forma extraña, como también me atraían de otra forma extraña las compañeras de colegio mayores que yo, y a las que nadie se le hubiera ocurrido decir que eran “bonitas”.
Insistió para que tuviéramos una cita después de clases, pero me pareció demasiado pronto y le inventé cualquier cosa. En realidad era un mar de nervios, de confusiones, de dudas, una winona en la sala de la casa intentando decifrar los mensajes de las lucesitas. Todo esto se revolvió aún más cuando lo vi subirse a la misma camioneta que D, la chica que más me atraía hasta entonces. ¡Eran hermanos!
Antes de irse, intentó besarme en la boca, pero le quité la cara y todo quedó en un beso de mejilla. Todo en mí quería besarlo y, al mismo tiempo, hasta ese momento, todo en mí quería besar en la boca a su hermana.
Yo nunca he besado a nadie.

Por todo lo anterior, ¿qué clase de cosx extrañx soy yo?

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