Hola, soy Samuel


Puedo decir que hoy me vestí de mujer por última vez. No se alarmen, que no fue por dudar de lo que ahora soy. Eso no está en discusión y todxs los que siguen este blog lo saben. 

Lo sucedido con J ha dado muchas vueltas en la última semana. Ha terminado por unirme con personas que jamás hubiera pensado, como si la desgracia también nos obligara a ciertas formas de amistad o nos permitiera conocer un poco mejor a las personas que nos caen muy mal. O sea, dicen que las desgracias sacan lo mejor de nosotrxs. Debió ser eso. Ya tendré tiempo de explicarles un poco todo. Lo cierto es que de un momento a otro me vi “vestida de niña, maquillada y arreglada”, todo por la noble causa de encontrar a J. Suena divertido, pero no lo fue. 

Viéndome vestido de mujer me di cuenta que en realidad usé disfraz por muchos años. El único día en el que no me disfrazaba era el 31 de octubre, cuando todos creían que estaba jugando a ser un hombre. No sé si pensar esto con nostalgia o tristeza. Como no era una princesa de Frozen, como las niñas de verdad, sino que era un Superman orgulloso, me veían como a un bicho raro. Lo que sucedía en los otros 364 días del año es que era yo mismo quien me veía como un bicho raro frente al espejo, con mi faldita de colegiala y mi ropa ceñida para realzar un cuerpo que no sentía mío.

En este blog me he atrevido a contar la transición que he tenido para dejar de verme como un bicho raro frente al espejo. Todo cambió en mí con magia pura: cambió mi ropa, mi voz, mi pelo; pasé del perfume a la loción y hasta mis zapatos fueron finalmente míos. Ahora también me atrevo a contar que vestirme de niña para intentar salvar a J me ayudó a entender de forma definitiva que mi verdadero yo es ser hombre, que me llamo Samuel y que si me pongo un vestido de falda me estoy disfrazando de lo que no soy. Esto era lo que me rondaba en la cabeza cuando tuve que echar mano de mi fuerza para neutralizar a un polluelo que se quería pasar de listo conmigo.

Qué bestia. No sabía que se metía nada más y nada menos con Samuel, un hombre dispuesto a todo por las personas que quiere.









Comentarios

Entradas populares